MARCHA PACÍFICA POBRE, PERO FIRME

Ayer lunes 27 de agosto; Se tenía prevista hacer una nueva marcha pacífica a las 15h00, con la consigna firme de que la empresa Incinerox cierre definitivamente.

Aunque la marcha comenzó a las 16h20 no tuvo la multitudinaria presencia de moradores como lo fue hace unos días atrás. A duras penas llegaban a cien personas, que marcharon desde la entrada a Shushufindi a la altura del monumento a San Francisco a lo largo de la Av. Unidad Nacional. Luego por la Av. Napo hasta llegar a las instalaciones del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal del Cantón Shushufindi; pero al llegar hasta la municipalidad la sorpresa para los manifestantes es que encontraron las puertas cerradas. Sus autoridades se habían marchado dando poca o nada de importancia a dicha manifestación y eso que tanto concejales como el vice alcalde Miguel Saltos; en la reunión del 22 de agosto, pusieron un contundente no a que Incinerox siguiera funcionando.

¿Dónde está esa firme convicción de las autoridades que representan la voz del pueblo?

Luego de este chasco la marcha continuó hasta el juzgado concentrándose en media calle y elevando su protesta a gran voz. El abogado Edgar Robayo tomó la palabra y puso en manifiesto unirse en pro de hacer prevalecer el derecho del buen vivir de Shushufindi en conjunto con los abogados Alcívar Monar y Wendy Obando.

Uno de los comentarios que fluye a partir de estas protestas es que los permisos que Incinerox no tenía; ahora ya aparecieron.

El alcalde se muestra muy flexible ante esta grave situación, se ha propuesto reubicar a Incinerox, pero – donde ubiquen a la empresa igual contaminará el medio ambiente.

¿A qué no exponen nuestros mandantes?

¿Tendrán que venir organismos internacionales a mediar este incidente o se tendría que pedir una auditoría para que haya transparencia y prevalezcan los derechos humanos?

 Así encontraron las puertas de la municipalidad, los manifestantes que tuvieron que continuar su marcha sin ser escuchados nuevamente por sus autoridades.

 

Ya en Juzgado el Ab. Robayo se pone en manifiesto de luchar por los derechos de la ciudadanía ante la pequeña multitud que se dió cita a este encuentro.

Con carteles en mano, se ve claramente expresada con dibujos y leyendes la opinión del pueblo que se siente pisoteada, atropellada por el dinero de las empresas que compran a las autoridades.